Para que la prosperidad financiera, oro y riquezas, sean concedidas, se venera con ofrendas, rituales y altares al Ángel de la Riqueza o Phra Phikanet, una deidad sagrada que salvaguarda y concede éxito, fortuna y dinero.
En la espiritualidad tailandesa convergen prácticas budistas, principios animistas y supersticiones locales. Si esto se combina con la importancia que le otorgan al dinero, y con una propensión a pedir deseos, podremos acceder al ‘Gran Tesoro’.
“Porque existe la creencia de que, si alguien ha adorado el Gran Tesoro, los patrones de riqueza y oro son, a menudo, son tan exitosos como tener un tesoro real.”